Pues sí…después de mucho tiempo desde mi último post ya estoy de vuelta.
Han sido tiempos convulsos desde mi último post, a todos nos ha pasado factura el confinamiento en diversos aspectos y cuando hemos regresado a las aulas hemos pasado del miedo a la «normalidad» que nos ha devuelto nuestro quehacer docente…y en mi caso personal ha sido maravilloso volver a clase.
Sí, es cierto…no es todo igual que antes pero hay que tener presente que nada es como lo era antes desde el primer momento en el que los protocolos existentes en los centros escolares-y en general- son los que son (mascarilla, gel hidroalcohólico y demás cositas) pero que las clases deben continuar (inserten en esta última frase el Show must go on the Queen)
Pero bueno…al incorporarme a mi nuevo centro de destino ya como funcionario de carrera- y debo confesar que el gustazo que da saber que vas a poder construir algo con la certeza de un mínimo de dos cursos en los que aplicar-adaptar-modificar los planteamientos didácticos para que tu alumnado pueda sacarle el máximo provecho no tiene precio-hizo que me planteara qué narices iba a hacer con mi habitual planteamiento semi-manipulativo al estar inmersos en las restricciones de usos de materiales en el aula además de la distancia de seguridad entre alumnado. Vamos, que la cosa se ponía MUY complicada.
En fín…a lo que vamos…que me rondaba por la cabeza cómo poder seguir usando juegos para mis clases.
Entre las diferentes opciones que se me metieron en la cabeza cada vez se veía más claro que Cthulhu Dice, Fantasma Blitz, Haunt the House, Timeline, Incredibox y Piedra-Papel-Hechizo iban a ser opciones viables si utilizaba fundas de plástico o plastificaba alguno de los componentes. Sabía que iba a haber problemas de logística debido a los tiempos de las diferentes sesiones y que debía tener suficiente margen para desinfectar los componentes usados en clase antes de acabar para poder llevarlo a otro grupo….también me planteé dejar juegos por grupos durante una semana e ir haciéndolos rodar pero la descarté ya que este año tengo tres grupos de 3º y dos de 4º-uno de estos 5 grupos es un mixto de 3º-4º pero con muy pocos alumn@s lo que hace que sea muy gestionable pese a las peculiaridades que presenta a nivel curricular-y quería no renunciar por completo a ver si podía llegar a aplicar alguna de mis apuestas didácticas en mi cole.
Vamos a resumir para no alargarme demasiado…
Pasito a pasito las cosas fueron cuajando, conociendo a mis grupos, tanteando sus gustos, creando un poco de hype y esas cosas…fueron llegando a clase los juegos que os he comentado anteriormente e intenté ir introduciendo las mecánicas y dinámicas que los componen además de las variables de vocabulario que contiene cada uno…pero bueno, no fue sencillo y creo que se parece más a una carrera de obstáculos que a una en terreno llano aunque ya sabemos que en Educación todo es una carrera de fondo en la que hay que esperar al desarrollo para ver si hay que cambiar de estrategia, ¿Verdad?
Pero bueno el post de hoy viene a colación del momento que se avecina y que tod@s sabemos que suele dar con nuestras neuronas al traste cuando empieza: las evaluaciones.
He esperado todo el trimestre para llegar aquí y ha pasado casi el 100% de lo que esperaba…a decir verdad se ha cumplido al 90%. Os explico.
Hoy hablaremos de Juevaluación…quietos…no salgáis corriendo…todavía…en otro post ya opinaré sobre qué narices estamos evaluando/calificando y deambularé por (ahora tenéis que activar la voz de Pedro Piqueras para leer lo siguiente) «las inenarrables, ignotas, ominosas y abyectas dimensiones de la evaluación trimestral» pero lo dejaremos para cuando tengáis toda la Cordura recuperada de vuestras aventuras en claustros, patios, tutorías y otras lindezas de nuestra bien amada profesión.
Durante todo el trimestre he ido presentando y dinamizando los contenidos del trimestre gracias a varios juegos; lo he ido haciendo desde diferentes enfoques y al ser este año exclusivamente especialista y no tutor también me ha permitido ver cómo un mismo juego era percibido/absorbido/aplicado por diferentes grupos tanto en 3º como en 4º.
Los contenidos referentes a los diferentes bloques de contenidos se han ido trabajando y he podido ver que-exceptuando casos particulares-se han ido entendiendo en mayor o menor medida. En 3º estamos trabajando en que se integre el uso de las plantillas del Cthulhu Dice como herramienta y algunas listas de vocabulario para complementar esas estructuras que están presentes en el juego pero incompletas como «hueco» diseñado para que l@s jugador@s tengan que completarlas. El caso al que voy a dedicar este post es a mis grupos de 4º.
Durante numerosas sesiones hemos ido trabajando de manera que mi objetivo oculto era ver cómo gestionaban errores, autocorrección, gestión de recursos de consulta, aprender a aprender, aplicación de conocimientos previos, aceptación de límites, reconocimiento de fortalezas propias y ajenas amén de los contenidos que forman parte del currículo.
Pues bien…cada sesión- al menos como yo concibo la aplicación de juegos- es una oportunidad de evaluación de la misma manera que se suele percibir al usar un «examen»…no considero que un momento concreto excluya el peso de las sesiones aunque ya hablaremos de ello en otro post en un futuro no muy lejano como ya he comentado antes…también soy el que no deja que completes tareas en casa hasta que no te he visto desenvolverte lo suficiente en clase y tengo suficientes elementos, observaciones y pruebas de todo tipo como para ver y corroborar hasta dónde has llegado.
Pero voy a centrarme que me desvío…
Total…que hicimos un examen de writing «clásico» en el que incluso he dejado usar las plantillas de juego-vamos, usar los apuntes- y el resultado ha sido absolutamente desastroso…(voz de Pedro Piqueras ON): «los resultados han sido terribles, catastróficos, terroríficos, apocalípticos, desastrosos…» y lo mejor ha sido la reflexión en clase. Todo el post es para llegar a lo que voy a explicaros ahora.
- Obviamente he revisado mi parte de responsabilidad en los resultados de ese «examen tradicional». Autoevaluación y crítica como primer paso. Según lo analizado se había trabajado hasta la saciedad, resolviendo dudas, aclarando conceptos y mucho más.
- Hemos hablado de la responsabilidad individual, de la práctica diaria y de que la formación es un tándem: alumno+docente.
- Han constatado que los fallos que han tenido son fruto de la prisa, de la falta de atención y de una situación de «nervios». Much@s de ell@s al borde de las lágrimas ante la calificación negativa…ojito.
- Al preguntarles cómo era posible que lo mismo que ha salido en la prueba de Writing lo hubieran estado trabajando desde diferentes perspectivas (juego, tareas en clase, correcciones individuales, correcciones grupales y mil cosas más) y usando apuntes los resultados hubieran sido los que han sido. Su respuesta: «es que nos ponemos nerviosos, creíamos que valía más el examen que lo de clase«. Piedra de toque importante a tener en cuenta y valorar.
- Se presenta una situación de análisis MUY interesante: en situación de juego hay una actitud frente al uso de los contenidos completamente diferente a la que se ha visto cuando se han puesto en «modo examen». La consabida ansiedad de test se hace presente. OJO: no estoy hablando de nivel de desempeño, que pese a que ha habido descalabros grandes, la diferencia entre el nivel de desempeño frente a la integración y uso de los contenidos en una situación u otra no ha sido especialmente grande…pero sí, la ha habido.
- Se constata como las situaciones de juego ofrecen una ventana a la práctica de los contenidos, gestión del error, alejamiento de la ansiedad de test y capacidad de corrección propia y ajena que no se encuentra habitualmente en otro tipo de propuestas didácticas. Añadimos que el grado de atención es más alto y tenemos un elemento de análisis didáctico muy profundo.
- La inercia mental del peso del «examen» es enorme y ell@s vivencian que es más importante un día concreto (el día del examen) que lo evidenciado a lo largo del proceso. El recorrido hasta ese día había sido presentación, práctica, revisión y mejora de los contenidos a lo largo de las sesiones en las que se han utilizado juegos como instrumento de integración y puesta en práctica de los contenidos teóricos y de las referencias para su correcta integración/aplicación. Mayormente había sido positivo y se había visto que controlaban-dentro de las individualidades-los contenidos que habíamos trabajado.
Así que sí…hay cosas que no cambian si no hacemos que cambien. Es verdad que estamos «limitados» en ciertas aplicaciones por temas de protocolos de higiene y similares pero vemos que hay «verdades» que subyacen y que creo que debemos pararnos a analizar y reflexionar.
Hablamos mucho de competencias, de lo que se busca con el aprendizaje por y para competencias y mil cosas más…creo que tanto el planteamiento pre como post esta situación dice mucho de lo que queda por trabajar, lo que queda por dinamizar para detener inercias mentales, cambiar métodos de planteamiento y de «exámenes» y todo lo que lo rodea. Creo que es un punto sobre el que hay que pararse y reflexionar sobre qué está pasando.
Se pueden usar juegos, yo voy a seguir usándolos, hay que ser conscientes de para qué y cómo voy a usarlos y-personalmente-creo que son herramientas MUY poderosas en buenas manos y contrastando su uso con diferentes variables…ah, y que nuestro alumnado sea consciente de lo que encierran. En mi clase hemos hecho el análisis de cuántos contenidos están presentes en los juegos que usamos y cómo y dónde están reflejados en sus materiales formales (libro de texto) y de qué manera los juegos los ponen en valor y hacen que tengas que aplicarlos de forma dinámica dentro de los turnos…y sí, son conscientes de ello y ahora de una nueva realidad y «punto débil» al que tenemos que atender. Nos ponemos a ello.
«Hagan juegos damas y caballeros…hagan juegos»